Discurso a santa Inés de Montepulciano
“Tus virtudes son camino luz y
verdad”
Esta mañana me complace hablar de nuestra patrona santa Inés de
Montepulciano, al leer comprendí que su vida esta entretejida entre la
heroicidad de sus virtudes y la riqueza de gracias sobrenaturales que el cielo derramo sobre
ella.
Empezare diciendo que la humildad, el gran amor a Jesús sacrificado y
la fidelidad al cumplimiento de la
voluntad de Dios, fueron sus ideales, siendo una de las figuras más brillantes
de la orden de santo domingo.
Ella tenía en su corazón un gran fuego de caridad, el cual le producía
un inmenso deseo de salvar almas y sacrificarse por la salvación de muchos.
Siempre oraba y se esforzaba por conservar sus virtudes.
Nosotras jóvenes Inesinas con nuestras actitudes ¿sería posible la
santidad en nuestro tiempo, como la vivió Inés de Montepulciano?
Claro que sí, es posible, si nos entregamos de corazón a cristo,
oramos siempre, si somos humildes y caritativos para enseñar el camino de la fe
y el perdón.
Pero lo que le ayudaba mucho a santa Inés a crecer en santidad, fue el
despojo de todo deseo de poseer bienes materiales y se dedicó a dominar su amor propio, a pesar
de ser del seno de una familia muy
poderosa; su corazón estaba totalmente lleno de amor a cristo
y este amor echaba fuera los amores mundanos.
Tanto que el señor empezó a obrar milagros, mensajes y visiones
mediante ella, una de esas visiones fue ver a Jesús cuando era niño, en otra
ocasión estando a la despensa del
convento desprovista y no habiendo alimento para las monjas, ella rezo con
fe y la despensa apareció llena de
alimentos. A ella se la vio levantada por los aires mientras le llegaban los
éxtasis de la oración.
Así mismo se le apareció un ángel que le ofreciéndole el cáliz de la
amargura, y le dijo: “como Jesús en esta tierra tendrás que beber el cáliz de
la amargura, pero para la eternidad te espera la corona de la gloria que nunca
se marchita”.
Tanto fue el amor a cristo crucificado que Santa Inés permanece a través
de los siglos tal como el día en que murió.
Nosotras las Inesinas gracias a las hermanas dominicas estamos
siempre orando dando gracias al señor. Depende de cada una
de nosotras que lo hagamos con ese inmenso amor como hizo santa Inés. Recuerden
compañeras que su vida santa, en su fidelidad, simpática y serena que nos puede ayudar más en nuestro
camino de seguimiento cotidiano del señor al que como Inés, amamos.
Mi inquietud de saber sobre la vida de nuestra santa Inés, me llevo a
estar en este estrado, rezo para que todo lo que siento en mi corazón pueda
serles comunicado, para que aquellos que nos escuchen digan: “debemos cambiar”.
Nosotras las jóvenes, estamos enfrentando una pobreza espiritual, una
gran amenaza para crecer como persona, pero si actuamos de una forma valiente
decidida y rápida, tendremos la habilidad para resolver esta crisis y para evitar sus peores consecuencias.
Siempre teniendo como ejemplo a santa Inés.
El mundo necesita de amor entre nosotros, debemos dejar de usar la
conducta del otro como escusa y en su lugar, desarrollar el amor y todas
nuestras virtudes para seguir a cristo crucificado.
Si nuestra patrona Inés tubo la fortaleza de amar a Dios desde su
corta edad, hoy las Inesinas decimos “te amamos Dios”. Qué bueno tener como
ejemplo a santa Inés, que bueno que sea nuestra patrona; y que bueno que hoy
con este concurso le brindemos un amoroso homenaje. ¡Que viva nuestra querida
santa Inés!*
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