CARTA A LOS DICTADORES
Guadalupe, Viernes 11 de Octubre
del 2013
Distinguidos
gobernantes dictadores:
Les hacemos llegar
a través de esta carta nuestras críticas y opiniones sobre sus gobiernos en los
distintos países latinoamericanos, donde se aplicaron dictaduras militares. Es
cierto que su interés por mejorar el país, fue su mayor objetivo pero cabe la
redundancia de que la violación de derechos a los ciudadanos de cada nación ,
altero la convivencia pacífica ya que "el respeto por los derechos humanos
es una de las condiciones impuestas a cualquier régimen político para ser
admitido como miembro pleno de una sociedad política de pueblos justa"
.Una de nuestras mayores durante preocupaciones en tiempo ha sido, cómo podría
la gente evitar que una dictadura se estableciera y cómo destruirla. Esto se ha
nutrido en parte por la convicción de que los seres humanos no deben ser ni
dominados ni destruidos por semejantes regímenes. Esta creencia se ha
fortalecido con lecturas sobre la importancia de la libertad humana y la
naturaleza de las dictaduras (desde Aristóteles hasta los analistas del
totalitarismo) y la historia de las dictaduras. En años recientes, diversas
dictaduras—de origen tanto interno como externo—han caído o se han tambaleado
cuando se les ha enfrentado una población desafiante y movilizada. Aunque a
menudo se las ve firmemente afianzadas e inexpugnables, algunas de estas
dictaduras demostraron ser incapaces de soportar el desafío concertado del
pueblo en lo político, lo económico y lo social. Por ejemplo en los países como
Panamá y Perú durante el derrumbamiento de las dictaduras ciertamente no se
erradicó todos los problemas de estas sociedades—pobreza, criminalidad,
ineficiencia burocrática, destrucción del medio ambiente—que han sido
frecuentemente la herencia de aquellos regímenes brutales. No obstante, la
caída de esas dictaduras ha reducido, aunque poquísimo, mucho del sufrimiento
de las víctimas de la opresión, y ha abierto el camino para la reconstrucción
de esas sociedades con una mayor democracia política, más libertades personales
y justicia social.
Muchos países se
hallan hoy en un estado de cambio rápido en lo económico, político y social.
Aunque el número de países “libres” ha aumentado en los últimos diez años,
existe un gran riesgo de que muchas naciones, al enfrentar cambios
fundamentales tan rápidamente, se desplacen en dirección opuesta, y acabarán
experimentando nuevas formas de dictadura. Las camarillas militares, los
individuos más ambiciosos, los funcionarios electos y los partidos políticos
doctrinales, repetidamente buscarán cómo imponerse. Los golpes de estado
seguirán estando a la orden del día. Los derechos humanos y políticos básicos
les serán negados a un gran número de personas.
Desafortunadamente,
el pasado aún está con nosotros. El problema de las dictaduras es profundo. En
muchos países el pueblo ha vivido experiencias de décadas y hasta siglos de
opresión. Con frecuencia se les ha inculcado insistentemente la sumisión
incondicional a las figuras y gobernantes que detentan la autoridad. En casos
extremos, las instituciones sociales, económicas, políticas y hasta religiosas
de la sociedad—aquellas fuera del control estatal—han sido deliberadamente
debilitadas, subordinadas o aún reemplazadas por otras nuevas, y regimentadas.
El estado o el partido dominante las usa
para dominar a la sociedad. A menudo la población ha sido atomizada (convertida
en una masa de individuos aislados), incapaces de trabajar juntos para
conseguir su libertad, de confiarlos unos en los otros y hasta de hacer algo
por su propia iniciativa.
Por lo general, la causa
principal que explica la existencia de las dictaduras es la distribución
interna del poder que existe en el país. La población y la sociedad son
demasiado débiles para causarles un problema a ustedes; la riqueza y el poder
están concentrados en muy pocas manos. Aunque las acciones internacionales
pueden beneficiar, o de alguna manera debilitar a las dictaduras, la
continuación de éstas depende primordialmente de factores internos.
Esperamos que respeten nuestro punto de vista y analicen claramente lo
que ocasiona una dictadura; reflexionen sobre esto. Esperamos una respuesta
positiva para el beneficio de nuestras naciones.
Nombres y firmas:
·
Yajaira
Días Ortiz:
·
Vanesa
Coba Sánchez:
·
Marilin
Abanto Castañeda:
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